Entendemos que visitar al dentista puede ser una experiencia angustiosa para los niños, por lo que nuestro objetivo es que se sientan cómodos en cada etapa del proceso. Explicaremos a nuestros pequeños clientes los procedimientos en un lenguaje sencillo de entender, y les informaremos honestamente si creemos que van a tener molestias. Ofreceremos anestesia cuando sea posible y necesario para minimizar el dolor durante los procedimientos, y proporcionaremos a los padres una guía completa sobre qué hacer cuando tu hijo se esté recuperando.
Los brackets o llaves de metal son el tratamiento de ortodoncia más común entre los niños. Por lo general, están diseñados para que duren entre 12 y 24 meses y que endurezcan los dientes y minimicen los espacios entre los dientes. Para realizar este proceso, el ortodoncista primero toma un molde de los dientes e identificará si es necesaria alguna extracción, todo esto antes realizar el montaje. Después, los soportes estarán equipados y conectados por un alambre de metal fino, que serán apretados y verificados periódicamente a medida que progresa el tratamiento.